La rudeza de los religiosos
Hubo en el caminar de Jesús una cantidad considerable de momentos en los que los discípulos sacaron a flote su religiosidad y fueron sometidos a una enseñanza superior que les daría un vistazo de lo que realmente es grato a los ojos de Dios.
Algunos de esos momentos se dejan ver a continuación:
La cercanía de los niños
13 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. 14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
Marcos 10:13-16 RVR60
La ofrenda de gran valor
Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. 2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. 3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. 4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. 8 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
Juan 12:1-8 RVR60
Los que no nos siguen
38 Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. 39 Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. 40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. 41 Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Marcos 9:38-41 RVR60
El gozo del Padre
Hubo también una ocasión que con gran impacto, hoy debería enseñarnos mucho de lo que realmente le importa a nuestro Padre.
Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. 3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Lucas 15:1-7 RVR60
Después de leer este fragmento, me hago la siguiente pregunta ¿Qué diferencia hay realmente entre el hablar de estos hombre con el que hoy muchas veces vemos en la iglesia?
Hay un error que la iglesia comete de manera tan sutil que la vuelve un centro religioso en vez de un lugar de restauración. Jesús nos encomendó cuidarnos los unos a los otros y llevar su Buena Noticia a todas las personas, pero, ¿Estamos siendo de verdad un reflejo de la vida de nuestro maestro?
¿Qué es aquello que agrada más al Padre? Bueno, la respuesta la encontramos en la serie de enseñanzas que Jesús dio en esa ocasión, y una de ellas principalmente me deja con mucho que cambiar en mi persona. Leamos la historia:
11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. 13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. 25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; 26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. 31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
Lucas 15:11-32 RVR60
Contando con el relato intermedio, donde Jesús habla de la mujer y la moneda perdida (o dracma), ¿Cuál sería entonces el propósito de Jesús de contar estas historias? Sí, estás en lo correcto, el GOZO DEL PADRE.
Porque la motivación principal de Jesús de contar estos relatos era dejar muy en claro cuál es la motivación más importante que debemos seguir al ser hijos del Altísimo.
Dales de comer
Hubo una ocasión en la antigüedad en la que el gran profeta Eliseo fue sitiado por un gran ejército Sirio para acabar con su vida, porque en medio de una guerra entre ambas naciones, Eliseo estorbaba a que los planes Sirios se llevaran a cabo.
8 Tenía el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando con sus siervos, dijo: En tal y tal lugar estará mi campamento. 9 Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí. 10 Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse. 11 Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel? 12 Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta. 13 Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotán. 14 Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. 15 Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? 16 Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 17 Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo. 18 Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo. 19 Después les dijo Eliseo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guio a Samaria. 20 Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de estos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria. 21 Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío? 22 Él le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores. 23 Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel.
2 Reyes 6:8-23 RVR60
Tenemos en nuestras manos el acceso de pedir a Dios que acabe con nuestros enemigos, pero, ¿Será prudente actuar de la misma forma que Eliseo lo hizo en esta ocasión y ser felices por ello?
Buena es la sal
Solo como recordatorio, las palabras de Jesús deben ayudarnos a sacudir esa aspereza innecesaria que los creyentes a veces expresamos. Esto lo dijo en aquel momento en que los discípulos peleaban para ver quién era el más grande y cuando se le comentó de aquel que fue impedido a hablar en el nombre de Jesús porque no estaba con ellos.
42 Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. 43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 49 Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. 50 Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.
Marcos 9:42-50 RVR60
Donde Dios envía bendición y vida eterna
El escritor John C. Maxwell en su libro 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo, escribe lo siguiente:
Y cuando un líder en vez de sumar valor, y no cambia su manera de hacer las cosas, no pasará mucho tiempo hasta que su intervención implique, no sustraer, sino dividir
John C. Maxwell, 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo
Ahora, volviendo a la historia del hijo pródigo, quisiera preguntarles, ¿Qué hizo que el hijo volviera a casa, si había salido de ella con tanta alegría?
Quizás las cualidades que el Padre mostraba:
- Con los hijos
- Con los siervos
Somos especiales, los hijos de Dios lo somos y eso nadie nos lo va a poder arrancar, pero eso especial que tenemos es para un propósito, gozarnos por las mismas razones que el Padre se goza.
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.
Salmo 133 RVR60
El mismo John C. Maxwell en en mismo libro cita lo siguiente:
Lo más importante del liderazgo no es lo lejos que avancemos, sino que ayudemos a los demás a avanzar
John C. Maxwell, 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo
Como dice el Salmo anterior, mira lo lindo que es estar entre hermanos que conviven juntos y en armonía; la razón de esa cualidad buena y deliciosa no se debe solo a que estemos en un mismo lugar los hermanos, sino que en donde quiera que estemos provoquemos esa fuente de armonía, porque donde hay alguien provocando armonía con sus hermanos, ahí es donde Dios envía bendición y vida eterna.
Gloria a Dios! Amén!